Notoriamente apreciado durante la antigüedad griega y romana, la iconografía del Lanzador de Disco que diseñó el escultor griego Mirón en el siglo V AC, fue varias veces copiado durante la antigüedad romana. El original se desconoce y se piensa que fue realizado en bronce.
A finales del siglo XVIII, en el centro de Europa y en pleno desarrollo de los paradigmas que impactaron el conocimiento y el pensamiento moderno, se encontraron varias esculturas que se atribuyeron o definieron como copias del Discóbolo de Mirón.
Un atleta -algunas interpretaciones lo consideran divinidad- cuyo cuerpo sorprende por la expresividad y tensión muscular. Una actitud que se relaciona directamente con la acción que va a efectuar y que, al colocar la cabeza hacia atrás o hacia delante, transforma el sentido escultural de la pieza.
Por lo mismo, se considera que el original tenía la cabeza hacia atrás, mirando al disco.
La copia perteneciente al Museo Británico tiene la cabeza mirando hacia el frente, y es la copia que se presenta (enero 2012) en el Museo de Antropología de la Ciudad de México como parte de la exposición Cuerpo y Belleza en la Grecia Antigua.
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